Calla este cuerpo
tan muerto,
en este puente
el ruido desahuciado,
porque sabe de su abismo,
de su silencio coronado.
Calla el cuerpo,
tan muerto
en este momento,
porque ya no miente,
y sabe que no es contenedor.
Callan los párpados,
con su voz tenue
y su forma rígida
acarician los suspiros fantasmales
al borde del metal,
y saben bien que no hay semilla,
porque desapareció.
Morgue,
manto silencioso
en lo alto del vértigo,
mientras el umbral se descuelga
entre los vértices de la palabra,
sólo tú,
tu apetito voraz puede disimular
tu afán lúgubre,
en donde cortaste las cadenas
y las lanzaste al vacío destierro.
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