¿Soy luz?
¿Soy sombra?
Los besos que me faltaron cuando no los recibí,
son manchas:
Mi cara arrancada de mi,
del miedo evidente.
Y sólo grito:
¡Mi tierra santa fue perpetrada!
Mi ser son los huesos:
Trozos de cuerpo al azar;
Raíz incierta y rasgada;
Figura borrosa presente.
Y sólo grito:
¡Mi tierra santa fue perpetrada!
¿Soy único?
¿O sólo soy la huella de lo vivido?
Mi corazón borrado no lo sabe:
aún desciende y bebe.
Bebe la acuarela oscura,
la melodía en soledad.
Aún reposa en el viejo augurio de siempre.
Abro mis ojos
y sangran hacia el abismo.
Como un peregrino
camino exhausto
al vacío,
y sigo las huellas
del miserable afortunado.
Abro mis ojos
y sangran hacia el abismo.
Como un peregrino
camino exhausto
al vacío,
y sigo las huellas
del miserable afortunado.
Y sólo grito:
¡Soy lo mismo que el ayer desvanecido!
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