Después de días de muerte,
de comentarios,
palabras filosas y crueles,
y quebrantos,
vuelvo.
Vuelvo como temerario,
rey con un sol nuevo,
dispuesto a dar la vida
por crear la magia
en esta vida.
No soy un artista,
aunque muchos me lo dicen.
Me falta mucho para serlo.
Toda una eternidad,
quizás,
pero mi vida fluye
buscándola.
Dedícole palabras bellas,
amasadas con mi mano
y mi boca,
porque sé que ella
no es roca.
Se entregó, es cierto.
Me entregué antes que ella,
fatal destino fue,
pues nada aprendí,
ni soy lo que soy
gracias a eso,
sino gracias a mi.
Mi esencia no fue moldeada
por el pasado.
Fueron mis manos,
mi conciencia,
quien me hizo así
desde el principio,
aún cuando me diga lo contrario.
Temerario nací,
temerario moriré,
mas mi esencia:
Mi apego a la vida,
no a la experiencia,
es lo que seré.
La amo:
¡Para eso nací!
Mas no moriré,
porque ella
es vida.
Ti amo mia principessa!
Jamás dejaré de hacerlo,
porque eres mia farfalla della vita!
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