Llevo puesta una espina.
Sólo una espina.
No alcancé a ver nada,
Porque sólo soy un adoquín
Y llevo puesto el terror de los huesos,
Y mi boca no respira sola
Y tampoco le cantó canciones al tiempo,
Porque fue antes del amanecer,
Cuando parecía estar en la cuna, dormido,
Y no alcancé a ver la trampa
Porque te escondiste tras el sol,
Para no poderte encontrar.
Llevo puesta una cicatriz,
Pero no te preocupes,
Porque fue antes del amanecer
Y sólo vengo del infierno
Y lo conozco bien,
Como las excusas, las apatías,
La maleza y los bares de mala muerte,
Y no quiero hablarle a los cielos
De mi dolor,
De su dios lascivo
Y de sus mentiras.
Llevo puesta una llaga,
Y con una soga le hiciste un nudo
A tu ser,
Para no llegar.
Conozco bien esas patrañas.
Fue antes del amanecer,
Y tomaron mis cofres,
Me robaron la vida
Y la arrancaron de cuajo,
Y no quiero fingirlo
Ni parecer miserable
Ni tener una buena razón para escudarme
Ni abogar por ti.
Mi sendero es doloroso y no me gusta ver atrás
Y lo sabes.
Por eso, no intentes consolarme,
Porque fue antes del amanecer,
Un día cualquiera,
Una noche cualquiera,
Antes de romper los platos,
Cuando todo era desierto
Y no sabía nada
Y todo seguía siendo una tumba
Sin color,
Sin amor.
Por ti llevo puesta una espina
Que jamás me podré quitar,
Y siempre habrá un camino esquivo
Y nunca podré conocerlo.
Pero no te preocupes,
Tu camino es distinto al mío:
No es doloroso.
Aunque digas sentir mi dolor,
No te creo,
Porque te fuiste antes del amanecer,
Antes de conocerte,
Y mi cicatriz la llevo puesta
Donde no podrás encontrarla,
Donde no podrás quitarla,
Donde no podrás sanarla.
No es justo.
Te fuiste antes del amanecer,
Y dejaste mis ojos sangrando,
Y cuando llegué
Ya tenías llagas,
Y estaba todo carcomido, roído.
No es justo.
Mi camino debe ser distinto al tuyo,
Porque no quieres conocerme
Ni dejarme conocerte.
Dime adiós,
Porque me iré antes de tu amanecer.