miércoles, 17 de enero de 2018

Las hormigas son ciegas





Sé que no sé hablar de amor
Porque los ojos son del deseo,
Y las palabras, del delirio.
Y no sé esconder mi vida,
Porque alzo la voz,
Porque no como en silencio
Cuando tengo hambre,
Y porque nadie me puede parafrasear.

Esto lo digo como si le importara,
Como si la luna supiera de mí,
Como si pudiera cambiar el mundo.

No sabes esconder tu vida
Si alzas la voz,
Si no comes en silencio
Cuando tienes hambre.

Nadie me puede parafrasear
Porque no sé hablar del amor,
Porque las hormigas son ciegas,
Y a veces comen cenizas,
Porque mi sed es perpetua,
Porque el escenario está vacío.

Cuántas veces he recorrido el tiempo
Como si a ella le importara,
Como si la luna supiera de mi,
Como si pudiera hablar en tu mesa

Sé que no sé hablar de amor,
Porque los ojos son del deseo
Y las palabras, del delirio.

Hechizo



Quiero ser yo quien deshaga tu hechizo de niña,
Quien arranque de tus labios tus besos,
Quien envenene tu cuerpo cada mañana
Mientras pase tu vida
Y la veas reflejada como en el espejo del agua.

Y quiero ser yo quien tome tus manos
Quien te haga correr y haga temblar tus piernas
Mientras estés sentada en mi regazo,
Desde siempre, desde cero.

Tu cuerpo de niña me ha hechizado,
Ha hechizado mis ojos,
Porque tu inocencia está en tus palabras
Y en tus mentiras,
Está en el color de tu corazón,
En lo que ocultas
Y en la cara de tristeza alargada
Cuando no estás junto a mí.

Acto





Te contemplo

Es como si fuera un espectador
O un narrador omnisciente,
Cada vez que veo tu acto.

¿Para quién actúas?

Sé lo que sucede y sientes.
Y tienes miedo de creer
Que un amor compartido, no es amor.

¿Por qué te escondes?

Soy el único que puede verte,
Porque eres demasiado pálida para el resto,
Como si fueras un haz de luz.

¿Por qué no vuelas hacia mí?

Soy el único que puede tocarte,
Porque eres etérea para el resto,
Porque sólo estás en mí.


¿Tienes miedo de que te desnude?

Yo te he buscado,
Me he disfrazado de espectador
Para poder verte.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Labios partidos





Tienes los labios partidos
De tanto hablar inconcluso,
De morderlos cuando quieres decir mi nombre,
Pero no te atreves,
Como una caja musical rota
Que suena para ella misma, egoísta,
Nebulosa.

Tienes los labios partidos
De tantos besos,
Porque cada beso es una mentira
Para llegar a cuerpo ajeno,
Para sentirte acogida,
Tatuada con el sabor equivocado,
Envenenada por quien te hizo callar.

Lo sabes, las piedras no laten,
El cielo de otoño es una primavera falsa,
Los labios partidos son labios desnudos, manchados,
Mordidos y livianos
Como una hoja
Cuando se deja llevar por el viento
Y encuentra su verdad lejos de mí.

Tus labios están partidos.
Siguen amaneciendo con sed de sangre,
Sed de aquella parecida a la tuya,
Sed de aquellos que derramaron tu sangre,
Y se fueron,
Como las estrellas cuando dejan su estela
Para seguir su rastro. 

Tus labios están partidos.
Amanecen sin sed de mi sangre.
Amanecen sin mi cuerpo, porque tú exhumaste mi razón de tu piel,
Porque hablaste de la suerte y de los consuelos
Sin saber que la amnesia no borra las cicatrices,
Sin saber si de las cenizas se hacen los caminos.

Tus labios están partidos de antes,
Porque no puedes huir de lo que eres
Ni de cómo te han hecho.
Nadie más puede remecer tu cuerpo,
Porque sólo se hace una vez,
Porque sólo se está completo una vez.
Porque al romper, nada vuelve a ser igual.

Tus labios están partidos,
Y yo no sé hablar de amor contigo,
Aunque suene injusto, no somos equidistantes.
Tus labios partidos me hablan,
Pero mi voz tiene una sombra
Y no la puedes ver,
Y no la quieres ver.


Luz Apagada



Apagaste tu luz por un capricho,
Como una luciérnaga que quiso dormir en la noche
Con un desconocido.

jueves, 29 de octubre de 2015

Queísmo





No crees en dios cuando duermes,
Porque sólo es un sueño,
Como cuando encuentras la verdad lejos del crucifijo,
Y quiebras la voz,
Pero buscas la respuesta en un beso,
En el queísmo:
Que no es veneno si me lo tomo,
Que si mis labios tienen un sabor conocido,
Que es amargo,
Que me dejé llevar como una hoja,
Que me dejé callar como una piedra,
O que el amor es para siempre cuando es de verdad.

No crees en dios cuando duermes,
Porque sólo es un sueño,
Como cuando encuentras tu cuerpo lejos de mí,
Y quiebras la voz cuando dices tener miedo,
Pero buscas la respuesta lejos de la cicatriz,
En el queísmo:
Que los labios fueron desnudados hace mucho,
Que los misterios se encuentran en las mentiras,
Que la luz es la verdad,
Que la oscuridad nos desvela,
Que la mancha sólo es por una espina,
O que me da miedo estar sin ti.

No crees en dios cuando duermes,
Porque crees que está a tu lado,
O en todos lados,
Como en el queísmo:
Que está en la resurrección,
Que está en los cielos,
Que todo es un enigma, quizás,
Que hay que exhumar la razón de la piel,
Que voy a temblar de hambre,
Y saber si la suerte es una amalgama de llanto sin cuerpo ni alma.

No crees en dios cuando duermes,
Porque no está,
Porque se fue,
Porque mordió la verdad de otros labios,
Porque se desveló en otra capilla diciendo mentiras,
Y su crucifijo amaneció en el velador de alguien
Que tuvo que tragar sus palabras.
Y crees que sólo te dejó su queísmo
Como consuelo.

lunes, 24 de agosto de 2015

Cuerpo de plástico





A callar, mujer insolente.
Aunque quieras buscar
Siempre vas de espalda
O cuando hay neblina,
Porque sabes que no me conoces.

A callar, mujer insolente.
Mentir no es consuelo,
Y las cenizas no lloran:
Sólo muestran su delirio, su deseo.
Y con su eco dejan su testamento,
Siempre al comienzo del camino
Para destruirlo y dejarlo sin confidentes.

No me conoces,
Porque mi cuerpo es de plástico,
Y nada de lo que digas me consolará,
Porque las fronteras ya fueron puestas,
Definidas,
Y la amnesia borra todo,
Mas no las cicatrices.

No quieras consolarme,
Mujer insolente, indolente.
Sólo porque tengo una flor en mi jardín,
Y no la riego
Y está marchita,
Porque siempre quiso ser el alimento
De un caballo muerto.

No tengas la desfachatez
De querer acariciarme
Mientras hablas en pretérito,
Mujer insolente.
La vida viaja cansada,
Como un punto en el alma
Donde no hay abrazos ni tormentas.
Y sabes que mi cuerpo es de plástico,
No es fantástico.
Pero tu cuerpo ya no es rígido,
Sólo elástico.

No sigas, mujer insolente.
Mentir no es consuelo,
Y lo sabes.
Y lo sé.
Por eso, este cuerpo no quiere verte.

No quiero verte.