No voy a retratar de rojo interesado
la historia de mi vida,
porque los retratos no tienen memoria
-y son parciales-
como las palabras conocidas,
recordadas en el paladar, en la lengua,
y que no saben salir. No quieren salir.
Las cenizas de dios
No voy a hablar
ni regresar la ilusión,
porque las palabras conocidas ya están oxidadas,
asustadas,
y se quedan dentro de la voz,
y quieren pasar desapercibidas,
como si no tuvieran nombre
ni cuerpo.
Son siempre olvidadas
No voy a creer en las palabras conocidas,
en los discursos acéfalos,
porque sólo son palabras olvidadas:
Se dejaron estar, porque se confiaron de las acciones,
y luego, sin alharaca, sin alegar,
se acurrucaron,
se durmieron y me dejaron.
Porque son una quimera.
1 comentario:
Hola!! Que tal?
Quanto tiempo...pero es bueno veer que siegues publicando, aunque no tan regular :)
espero te encuentres bien!
un saludo
Joana
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