jueves, 11 de noviembre de 2010

El bastardo


El bastardo era un ser abominable.
Se disfrazaba de inocencia, pero era una fiera sin piedad, que le gustaba ver el sufrimiento de los demás, por lo que sus víctimas no morían instantáneamente con su ataque, sino que agonizaban muy lentamente.
Por su naturaleza cambiante, nadie sabía qué o quién era el bastardo. Sólo se sabía que era un animal del bosque, pero su rostro jamás había sido visto.

Un día, una mariposa exquisitamente bella, llena de vida y de colores, se posó sobre un tulipán amarillo, para descansar de su paseo.
El bastardo la vio, y al verla feliz, no lo soportó, y lentamente se le acercó para intentar atraparla.
Escondió sus garras de depredador por palabras lindas, pero vacías.
La pequeña mariposa, al oír esas palabras, quedó muy sorprendida. Ella era algo ingenua e inocente, por lo que desafortunadamente las creyó por completo.
Él le hablaba sobre cosas lindas, como el amor, pero la verdad era que él carecía de ese sentimiento, y también, de sentido común y piedad.

_"Linda mariposa, ¿sabes lo que es el amor?", preguntó cínicamente el bastardo.
_"Es un sentimiento, el más lindo de todos, y mi mayor anhelo", respondió la mariposa.
_"¿Y sabes lo que es el sexo?", preguntó impaciente el bastardo.
_"He oído cuentos acerca de eso, pero la verdad es que soy pura y casta, y virgen me quiero mantener, hasta encontrar al amor de mi vida. Sólo a él me entregaré por completo, en cuerpo y alma", replicó la mariposa.
_"Ya veo. ¿Sabes?, desde que te vi, me enamoré de ti. El ver cómo mueves tus alas, como vuelas libre, fuera de todo problema. Todo es tan perfecto en ti, que me he enamorado perdidamente de ti. Además, el sexo es el mayor placer que alguien puede sentir, y sólo yo puedo dártelo", dijo el bastardo, con voz seductora.
_"¿Es eso verdad? ¿Pronunciabas esas palabras bellas tan sólo por mi y para mi?", preguntó curiosa la mariposa.
_"Sin duda alguna", respondió el bastardo. "Esas palabras son sólo para ti, pero hay bestias de las cuales debes cuidarte, porque son peligrosas, y sólo buscarán dañarte. Yo sólo busco protegerte, porque te amo".
_"Oh, muchas gracias, bendito ser", dijo ingenuamente la mariposa. "Este cuerpo y alma serán sólo para ti, porque has jurado protegerme y cuidarme. ".
_"Y así será, amada mariposita. Te amaré y te haré sentir algo único, pero primero vayamos a mi guarida, para que sea más especial y romántico", dijo el bastardo.
_"Está bien", dijo la mariposa, "vayamos a tu guarida. Siento curiosidad por saber qué es lo que tienes preparado para mi".

Y así, la mariposa y el bastardo partieron hacia la guarida del bastardo.
Ya estaba anocheciendo, cuando llegaron al lugar indicado.
Era tétrico, oscuro, y el olor de la muerte se sentía en todo el lugar.

_"¿Hacia dónde nos dirigimos, amado mío?", preguntó la mariposa.
_"Ya verás, mariposita. Ya verás", respondió de forma siniestra, el bastardo.
_"Siento curiosidad. Todo esto me intriga", decía inquietamente, la mariposita.
_"Ya hemos llegado, mariposita", dijo el bastardo. "Sólo necesito que vayas hacia donde está aquel espejo, y que leas lo que está escrito ahí. Esa es la sorpresa que te tengo preparada", dijo el bastardo.

La mariposita, obedientemente fue a aquel lugar, y justo en la entrada, quedó inmovilizada. Había algo de lo que no podía escapar. Una suerte de malla, la había hecho su prisionera.

_"¡Auxilio! Amado mío, ¡por favor ayúdame que no puedo moverme!", dijo desesperada la mariposa.
_"No te muevas, amada mía, y lee por favor lo que está escrito ahí", dijo el bastardo.

La mariposa leyó, y decía

"No puedo creer
que tantas tontas puedan caer
en este, mi juego,
en donde siempre ganará mi ego.

Lo siento,
pero ya nada puedes hacer,
pues siempre miento,
para la victoria obtener".

Al leer esto, el bastardo encendió las luces, y se mostró por completo ante la mariposa.
¡Era una araña venenosa, y la pobre mariposa, atrapada en su telaraña había quedado!

La araña comenzó a acercarse lentamente hacia donde estaba la mariposa.
Contemplaba con gusto y deseo a su víctima. Una más para la colección.
Sentía el miedo de la mariposa, y eso le provocaba felicidad y excitación.
Después de un rato de alimentarse del pavor de la mariposa, comenzó lo peor.
La violó en reiteradas ocasiones, mientras la mariposa lloraba por haber perdido no sólo su virginidad con aquel abominable ser, sino también su orgullo, su autoestima, y por sobre todas las cosas, por el hecho de saber que aquellas palabras que había oído no eran sino mentiras para seducirla, y llevarla hacia su muerte.

Al terminar la violación, la araña liberó de la telaraña a la mariposa, y rió.

_"Huye si puedes, mariposa", dijo con una risa maligna, la araña. "Huye, pero de mi telaraña jamás podrás huir".

La mariposa, al huir agitadamente de aquel lugar, sintió que las fuerzas se le iban lentamente, porque la araña, al violarla, le había inyectado una dosis de veneno. Aunque la dosis que le inyectó, no fue letal, sí la dejó muy mal, y cansada, cayó al pasto.
Pensó que eso era todo para ella, y así lo deseaba, pero se equivocó, ya que una cucaracha sintió que la bella mariposa había caído al pasto, y aprovechó esa ocasión para dirigirse hacia donde estaba ella.

_"¿Qué te sucede, bella mariposa?", preguntó la cucaracha.
_"He sido violada por la araña. No tengo fuerzas para moverme, porque me han inyectado un veneno que lentamente me ha ido quitando todas las fuerzas", respondió la mariposa.
_"Ya veo", dijo la cucaracha, mientras ésta se acercaba a la mariposa.
_"Por favor, cucaracha, ayúdame que estoy muy débil", dijo la mariposa.
_"Haré algo mucho mejor que ayudarte", dijo la cucaracha con voz siniestra.
_"¿Qué harás conmigo, cucaracha?", preguntó la mariposa.
_"¡Cállate, mariposa! Eres mía ahora, y haré contigo lo que se me plazca", dijo la cucaracha.
_"No, por favor, cucaracha", dijo la mariposa, "Ten piedad de mi".

Y así, la cucaracha comenzó a violar a la mariposa.
La vejó en reiteradas ocasiones, lo que le provocó un gran trauma.

Finalmente, la mariposa recuperó un poco sus fuerzas, y huyó de la cucaracha, quien la maldijo hasta el final, porque creía que la mariposa le pertenecía.
La cucaracha volvió a su guarida, en la sombras, en lo lúgubre del bosque.

Al huir, la mariposa se escondió tras un árbol, pero para su mala fortuna, la araña estaba ahí, y nuevamente, con su telaraña, la capturó.

_"¿Lo ves?", preguntó la araña. "Jamás podrás escapar de mi telaraña. Jamás. Tienes mi veneno en ti, y eso te hace una presa fácil para mi".
_"¡Oh, no! ¡He sido capturada de nuevo!", dijo la mariposa.
_"Mi relación con los otros animales nunca ha sido sincera", dijo la araña. "Siempre miento, y les digo lo que quieren escuchar, y ustedes caen como idiotas frente a mi. Es por eso que siempre gano. Ustedes sólo quieren oír palabras bonitas, pero no ven que no tienen sentimiento alguno, y es por eso que son presas fáciles. Me encanta violarlas. En especial a ti, mariposa. He tomado todo lo más preciado en ti. Te quité la virginidad, tomé tu orgullo, destruí tu autoestima, y he jugado a placer con tu cuerpo, mientras que tú, ingenuamente te entregaste a mi, en cuerpo y alma, al creer todo lo que te había dicho. Pobre tonta".

Al oír esto, la mariposa comenzó a llorar, mientras era violada por enésima vez, por aquella cobarde araña.
Cuando la araña acabó, le repitió algo, una y otra vez a la mariposa.

_"Te repito, mariposa", decía con voz maligna la araña, "que de mi telaraña jamás podrás huir".

En ese momento, un saltamontes llegó donde estaba la mariposa.

_"¿Qué te ha sucedido, mariposa?" preguntó el saltamontes.
_"He sido atrapada por la telaraña de aquella araña, y me ha violado en innumerables ocasiones", dijo llorando, la mariposa. "También he sido violada por la cucaracha".
_"Entiendo", replicó pensativo el saltamontes.
_"Sólo quiero morir en paz, pero la araña me atormenta cada vez que me encuentra. No puedo huir ni morir, porque estoy en su telaraña", dijo la mariposa.

En ese momento, el saltamontes increpó a la araña, y le dijo

_"¿Cómo has sido capaz de tallar el dolor en el corazón y alma de tan bella creación?", preguntó el saltamontes.
_"Todos en este mundo tienen un precio, y el de las ingenuas, es muy bajo. Sólo hay que seducirlas con un par de palabras lindas, y luego caen rendidas", dijo riéndose la araña. "Cada vez que puedo, me aprovecharé de las ingenuas. Por ejemplo, de esta, he tomado todo lo que era importante para ella; su virginidad, su orgullo y su autoestima. Todo lo perdió conmigo".
_"Realmente eres patética, araña. ¿Crees que aprovecharse de todos es algo de lo que puedes sentirte orgullosa?", dijo el saltamontes.
_"¿Sentirme orgullosa? No sé de lo que me hablas, saltamontes. Sólo sé que disfruto de las violaciones y el sufrimiento de los demás. No es necesario sentirse orgulloso de nada. Sólo el vivir, y hacer lo que uno quiere, es la real meta de la vida. Y mi meta es hacer infeliz a quien pueda. Esta vez, le tocó a la mariposa, y no me arrepiento", dijo la araña. "Además, ella está bajo mi telaraña, y volverá a mi cada vez que yo lo desee. La manejo a placer, porque ella me lo permite".
_"Esto es inaceptable, araña", dijo el saltamontes. "Prepárate para tu final".

Una intensa pelea entre el saltamontes y la araña comenzó.
La araña era cobarde, y trataba de esconderse en lo alto de los árboles, pero el saltamontes era inteligente, y ya había ideado una forma de acabar con el infame arácnido.
El saltamontes había lanzado varias piedras hacia arriba, con sus fuertes patas. La araña, por su parte, sentía que los ataques del saltamontes eran inútiles, y fáciles de esquivar.
La araña se aprontaba a atacar al saltamontes, cuando varias piedras le cayeron encima, y terminaron por sepultarla.

_"¿Estás bien, mariposita?", preguntó el saltamontes.
_"Sí, supongo que estoy bien, aunque siempre estaré atrapada por la telaraña", dijo la mariposa. "Supongo que es el castigo que merezco por mi ingenuidad".
_"No lo es, mariposa. La araña siempre te mintió, y eso es inaceptable. La telaraña que te atrapa es la mentira en la que te hizo vivir, y eso no es por culpa tuya", dijo el saltamontes.

En ese momento, la mariposa, comenzó a llorar, y no podía dejar de sentir escalofríos, además de una mezcla de sentimientos, los que la paralizaban.

_"¿Sabes algo, mariposita?, dijo el saltamontes. "Hace tiempo te vi, y quedé enamorado de ti. Me enamoré por completo. Por como eres, por como sientes, por tu esencia. A diferencia de la araña, quien sólo buscaba aprovecharse de tu cuerpo, y de robarte lo más preciado para ti, yo me enamoré de tu ser".
_"¿Por qué me dices esto?", preguntó entre llantos, la mariposa.
_"Te lo digo, porque quiero estar contigo por siempre", dijo el saltamontes. "Ven, súbete a mi espalda, que te llevaré a un lugar mejor, lejos de aquí, para que pasemos nuestra vida juntos, si así lo deseas".

En ese momento, la mariposa se subió a la espalda del saltamontes, y éste se la llevó al horizonte, donde pasaron toda su vida juntos, felices por siempre.













Pilar González Miranda, TE AMO Y ADORO.
Este domingo cumplimos dos meses y medio de felicidad pura.
GRACIAS POR ACEPTARME EN TU VIDA, Y HACER DE LA MÍA ALGO TAN PLENO!

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