lunes, 6 de abril de 2015

Heredero de la miseria





No puedo volver
Ni puedo tocarte.
No puedo oír tus mentiras:
Tus palabras inocentes y ocultas
Son insurrectas,
Pero no te preocupes,
Soy tu heredero
Y puedo fingir por ti
Que soy un mercader de tu nombre,
Y que los pensamientos huyen,
Escapan,
Y que mis ojos no te verán
Ni a tu adiós de papel,
porque nada hay para mí:
Sólo la miseria y su penumbra.

No te quedes conmigo,
No soy rey
Ni tengo campanas que tocar,
Porque la miseria no tiene dios,
Sólo un heredero.

Miseria, tu nombre es mi asilo,
Aunque no me guste,
Soy tu heredero
Mientras mis ojos estén ciegos
Y mi cuerpo, lejos.

Te equivocas,
No soy rey ni príncipe.
No hace tanto frío
Si el cuerpo está inmóvil, muerto,
Y te recuerdo:
Soy tu heredero,
Te bebiste tu néctar y mi vida.

No puedo volver a tocarte,
Mis manos están frías,
Y no me importa si no estoy en paz:
Al ser tu heredero
No tengo lugar más que tu nombre.

Aléjate mientras puedas,
Mientras haya consuelo,
Porque el cuerpo de repente
Se vacía y se vuelve frío,
Y sólo tú tienes la culpa
De hacerme tu heredero.

No puedo volver
Ni tocarte ni verte,
Sólo encaramarme
Y recorrer tu nombre frío, pero no tanto,
Y volver a mi asilo,
A la tristeza alargada
De mi cuerpo.

No hay comentarios.: